Tema De Rosario, Rosarinos (acordes)
Autor: Anónimo | 35038 visualizaciones
TEMA DE ROSARIO – Lalo de los Santos La Sol#dim7 Do#7 Fa#m7 Rosario es el Parque Independencia Mim7 La7 Re7+ un silencio que huele a poesía en el Rosedal Re Mi/Re Do#m7 es el gris del cemento que arrulla un río somnoliento Sim7 Sib7+ Sim7 que despierta al llegar un domingo de Ñuls y Central. Rosario es de mercurio en la avenida es un viento a peina palmeras en el Boulevard y en el centro es la mesa de un bar que añora el poeta cuya vuelo se estrella a menudo en un cielo industrial. Mim7 La7 Re7+ Rosario es mi infancia y mis amigos Rem7 Solinv Do7+ mis viejos cantando a dúo alguna canción Do#dis Do7 Fa7+ mi primer cigarrillo intentando sentirme más hombre Sim7 Si7 Re/Mi Mi7 para ver si lograba impactar a mi primer amor. Rosario es el colegio y las rabonas una cita en aquel Sol de Mayo en función matinee es el ciego Manuel delirando en un mundo de plástico con la magia que sus ballenitas suelen poseer. Rosario es un tango en cada esquina un farol mortecino en la entrada de algún varieté con alguna mujer que en las noches vende su vergüenza porque todos por nada o por todo matamos su fe. Rosario es el anochecer de un barrio un mendigo que cuenta estrellas desde algún umbral el compás de un tambor que siempre sonará en mi alma donde el Topo Carbone jamás dejará de golpear Rosario es el afán de unos señores que eliminan cualquier insolencia que la haga crecer la moral que te pone tus vendas en ronda nocturna quizás porque la luz de la luna puede enceguecer. Rosario es el arte y su condena cuando sabe que la indiferencia lo va a perseguir y como tantas mis manos se hartaron de golpear las puertas y por no derribarme con ellas me tuve que ir. Rosario es ese invierno en que partimos, mi mujer, nuestros miedos, la vida, la música y yo y un dolor que crecía a medida que el tren se alejaba y unos ojos de almendra tratando de darme valor. Pero algo mío se quedó en sus calles hay un duende que en las madrugadas canta con mi voz y cruzando Echesortu aquel sueño de mi adolescencia que atrapó la leyenda de Pablo el Enterrador. La pucha que es difícil la nostalgia pero es bueno si puede ayudarte a intentar ser feliz y es tanta la gente y las cosas que uno siente que ama que no existe tiempo ni distancias para estar aquí. Y así fue, que la paciencia de Floresta me enseñó a ver a través del corazón y me dio un balcón para inventarme un cielo y ahí estás Rosario, sos el sol Rosario, porque aún pudiendo abrazarte te siento igual.
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